lunes, 18 de octubre de 2010

Cancion triste de Jyly Street.





      No tengo razón para madrugar.
      No tengo razón para acostarme.
      No tengo razón para fumar.
      Al igual, que no tengo razón para escribir.
      Serías un gran escritor me insiste alguien.
      Pero con o sin razón, mi mandíbula no deja de moverse.
      Hablo demasiado, no se callar.
      Por eso quizás no escriba.
      Y mis miedos detrás, esos que nadie ve.
      Como la voz de mi conciencia.
      ¿Quién es esa voz que se parece a mi puto padre?
      Cosa mal aprendida, en el momento equivocado, de la 
      persona equivocada.
      Por iluso, por inocente, por...........
                                   Se acaba el cigarro y tengo que enfrentarme a la                                                                                             
  Verdad.
      Tras el humo de la última calada, sólo el humo y yo.
      No hay mas 
   KSO y
 punto

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